Grandes Maestros
Louis Isadore Kahn (1901-1974)
fue uno de los grandes maestros de la arquitectura del siglo XX. Su obra se
apoyaba en los principios modernos de la abstracción de la arquitectura, al
tiempo que recurría a la monumentalidad clásica, patente en muchos de sus
proyectos. Kahn fue considerado además el arquitecto de la luz.
Tras emigrar a Estados
Unidos a los cuatro años de edad, Kahn ingresa en 1920 en la Escuela de Bellas
Artes de Pensilvania. En 1924 obtiene el título de arquitecto. Después realizar
varias colaboraciones y viajar por Europa, fundó su propio estudio en
Filadelfia.
La obra de Kahn se caracteriza
por la abstracción de la arquitectura, la sencillez y grandeza de las formas,
así como un cuidado especial a la luz natural. Sus proyectos se definen por
polígonos y poliedros que de forma ordenada generan una arquitectura monumental
y elegante. La geometría es su pauta para proyectar. El orden es también muy
importante en la obra de Kahn, pues determina de forma explícita la disposición
de la geometría.
Sin embargo, el elemento
más importante en la arquitectura de Kahn es la luz, pues ésta define los
volúmenes y los espacios. Para Kahn, la luz es un elemento constructivo que da
vida a la arquitectura que proyecta. En el cuaderno de hoy vamos a exponer
brevemente uno de sus proyectos más representativos: El museo Kimbell.
Louis I. Kahn en el museo Kimbell.
El museo Kimbell fue un
proyecto de 1972, en Forth Worth, Texas, encargo del mecenas tejano Kay Kimbell
para albergar su colección de arte.
El museo se basa en una
disposición ortogonal de recintos expositivos, cubiertos por 16 bóvedas cicloides
de hormigón.
Modelo del proyecto.
La fachada principal se
define por un porche abierto bajo las dos primeras bóvedas cicloides,
precedentes a las galerías expositivas.
Porche del museo Kimbell. Joe Mabel.
Cada bóveda se apoya
sobre cuatro grandes pilares, de forma que la articulación de la bóveda y el
muro permite una hendidura por la que penetra la luz natural en el porche.
Articulación de la bóveda y el muro, creando una rendija. Xavier Jaurebiguerri.
Las bóvedas que cubren
las galerías expositivas son muy interesantes. Kahn tenía un amplio
conocimiento sobre la reflexión de la luz, por lo que proyectó un lucernario en
la clave de la cicloide, para permitir que la luz natural accediera a las
galerías.
Sección original del proyecto.
No obstante, la
incidencia directa del Sol debe evitarse en las pinacotecas pues las obras de
arte podrían dañarse por la radiación. En consecuencia, Kahn dispuso un
reflector bajo el lucernario de la clave, de forma que la luz se conducía sobre
la bóveda y las paredes de las salas. Éste es el resultado:
Pinacoteca del museo Kimbell.
En definitiva, una de las
grandes obras de la arquitectura contemporánea, que combina la geometría, el
espacio, el orden y la luz.