Diseño de arquitectura
Antes de avanzar en la
función de otros elementos arquitectónicos, vamos a profundizar en el
comportamiento de la luz natural a través de ventanas.
5.- La cantidad de luz es
proporcional a la superficie de ventana: Este es un razonamiento lógico;
conforme la ventana tenga mayor superficie, mayor cantidad de luz entrará en la
habitación [1]. De hecho, existe una relación directa proporcional entre
superficie de ventana y nivel de iluminación.
6.- La profundidad de la
luz depende de la posición de la ventana: Esta afirmación ya se observaba en el
texto anterior; una ventana alta permite una iluminación más profunda, al
tiempo que evita el deslumbramiento de los ocupantes [2]. En consecuencia, si
queremos que la luz natural llegue al fondo de la habitación, necesitamos
ventanas altas y de gran superficie.
7.- Las ventanas
horizontales son mejores que las verticales: Ya lo decía Le Corbusier… Las
ventanas alargadas permiten una iluminación más homogénea en la habitación,
mientras que las ventanas verticales dejan zonas en penumbra y producen un
contraste elevado.
Todas estas afirmaciones
se pueden observar en numerosos estudios sobre iluminación. Actualmente destaca
la investigación de Diepens et al. [3], que analiza la distribución luminosa de
diferentes ventanas en una habitación.
Más adelante hablaremos
sobre la interdistancia adecuada entre ventanas, para producir una iluminación
homogénea.
Saludos y hasta la
próxima.
[1] Navarro, J.: Sobre Iluminación Natural en Arquitectura.
Universidad de Sevilla, 1983.
[2] CIBSE: Daylighting and Window
Design. London: Chartered Institution of Building Services Engineers, 1999.
Cap. 2.2.3.
[3] Diepens, J., Bakker, F., Zonneveldt, L.: Daylight design variations book. TNO-TUE Centre for Building Research (en desarrollo,
última actualización Octubre 2000).
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