viernes, 25 de enero de 2013

Los materiales y la luz II: Reflectancia



Informe Técnico

Creo conveniente introducir un segundo informe técnico, como me gusta llamarle, para concretar otra de las cualidades materiales más importantes: la reflectancia. Espero que mis lectores sean pacientes, pues el pleno entendimiento de las cualidades materiales nos permiten utilizar la luz como mejor nos convenga. En futuros artículos de iluminación de arquitectos trataré asuntos menos técnicos.

Como vimos en el informe técnico anterior, la reflexión de una superficie depende de su rugosidad y afecta directamente a la luz que se refleja. No obstante, los materiales tienen otra cualidad: la reflectancia.

En pocas palabras: la reflexión define cómo la luz es reflejada y la reflectancia indica cuánta es reflejada. Si la reflexión dependía de la rugosidad de la superficie, la reflectancia depende de su brillo.

De este modo, cuanto más oscura sea una superficie, menos refleja la luz y viceversa. Como ejemplo vemos la siguiente figura con tres esferas de diferente brillo: blanco, gris y negro:


En la imagen siguiente se representa la luz reflejada (equivalente a la luminancia, concepto que veremos en mejor ocasión) emitida por las tres esferas, en mapa de falso color. El color azul representa menos luz reflejada y el rojo más:


Como se puede observar, la esfera blanca refleja mucho más la luz que las dos esferas restantes. Esto es debido a que refleja casi toda la luz incidente y absorbe muy poca. En la esfera negra sucede lo contrario. Siempre que un haz de luz incide en una superficie, parte se absorbe y parte se refleja. Cuanta más luz se refleje, más claro se verá la superficie:


Y ahora, dos afirmaciones que parecen provenir de un razonamiento opiáceo:

1.- El blanco puro no existe. Los anuncios de lejía de la tele mentían.

Toda superficie, por brillante que sea, absorbe una mínima porción de luz. Por otro lado, el negro puro tampoco existe (salvo en la materia oscura o en los agujeros negros).

2.- La cantidad de luz reflejada es lo que determina el brillo de un objeto, no al revés. Es decir, cuando una superficie refleja mucha cantidad de luz ésta la percibimos blanca, mientras que si absorbe mucha luz parece negra.
 "Ahora entiendo porqué veo las cosas que veo"

En palabras concretas: es la luz la que define cómo vemos las cosas y no al revés.

En fin, confío en que este artículo haya sido más esclarecedor que inquietante y que anime a lectores en potencia a seguir leyendo sobre la luz en la arquitectura.

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